Derechos del consumidor

A la hora de comprar todos los consumidores tenemos unos derechos que nos protegen de los posibles abusos por parte de los vendedores o de defectos en los artículos adquiridos.

Devolución de productos

Es posible, desde el 13 de junio de 2014, devolver un producto dentro de los 14 días siguientes a su adquisición. La causa de la devolución puede ser cualquiera, desde que el producto está defectuoso hasta que nos lo hemos pensado mejor. El vendedor en todo caso solo podría hacerte cargo de los costes de devolución (un envío por correo por ejemplo). Hay que tener en cuenta que existen ciertas excepciones: billetes de tren, alimentos y bebidas, productos hechos a medida (como puede ser un traje o un mueble) y algunos más.

Si necesitas ayuda o asesoramiento puedes consultarnos a los autores de este blog o dirigirte al enlace siguiente.

Garantía legal

Cualquier producto comprado dentro de la Unión Europea tiene una garantía gratuita de al menos 2 años. En el caso de que el producto no pueda ser reparado el vendedor está obligado a proporcionar uno nuevo o devolver el dinero. Quedan exentos los desperfectos menores, como por ejemplo un arañazo en la superficie de una lavadora. Los productos de segunda mano también están amparados en este marco.

Es importante resaltar que la garantía legal no puede ser acortada por medio de una garantía legal. Por ejemplo: no se puede rebajar un producto y dar un solo año de garantía.

Prácticas prohibidas y abusivas

Están prohibidas todas las técnicas de venta que traten de inducir a la compra mediante engaños u ocultación de la información. Señuelos del tipo: ¡viaje a Berlín por 1 euro! están prohibidos, falsas ofertas, añadir propiedades falsas a los productos y otras técnicas están terminantemente prohibidas. En el caso de adquirir un producto bajo prácticas comerciales engañosas o abusivas podemos devolver el producto.

Cláusulas contractuales de tipo abusivo

Muchos vendedores optan por introducir en sus contratos de venta una serie de cláusulas que buscan evadir responsabilidades. Por ejemplo si vamos a un gimnasio y hacemos un contrato, no puede indicarse que el dueño está exento de responsabilidad en el caso de suframos un accidente al utilizar las instalaciones.

Tampoco se pueden hacer prácticas como cancelaciones unilaterales de un servicio (por ejemplo de telefonía móvil) y no permitir al consumidor ejercer el derecho a hacer lo mismo. De la misma forma están prohibidos cambios en el precio de un servicio sin dar la posibilidad de cancelarlo.